En muchas ocasiones, debemos tomar decisiones importantes para nuestras vidas.
Cuando uno se encuentra en una situación o estado de ánimo alterado, muchas veces es mejor esperar un tiempo para tomar una gran decisión. Decidir en condiciones anímicamente adversas, aumenta la posibilidad de error. Sin embargo, nada es inherente a nosotros, solo hay que tomar la decisión.
El ser humano es capaz de tomar decisiones basándose en sus valores. La facultad de elegir el rumbo de nuestra vida nos permite reinventarnos a nosotros mismos, cambiar nuestro futuro e influir con fuerza en el resto de la creación.
Quizás esas decisiones que se tienen que tomar, no sean fáciles, pero no es el indicio que se tiene que seguir en lo mismo, sin dar un paso adelante. O como decía Joanne Kathleen Rowling
Son nuestras decisiones las que muestran lo que podemos llegar a ser. Mucho más que nuestras propias habilidades.
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